DOMINO Y ALGO MAS (216)

15.02.2012 23:46

 

Hay una jugada que, por una u otra razón se le asigna el nombre de “pegada en llave” o “pegada con la llave”. Quienes están enterados de la existencia de dicha jugada, dan por sentado que todos la conocen. Pero, no es así. Muchos la desconocen, así como también desconocen sus requisitos de validez, objetivos, alcances y significado.

 

Hay quienes conocen el nombre, pero más nada, y la utilizan sin conocer cuando es pertinente y cuando no lo es. Hay otros que ni siquiera conocen el nombre, y también la utilizan, sin saber cuando es recomendable y cuando no lo es. Unos y otros desconocen las características y naturaleza de la jugada comentada.

 

Por todo lo cual, la presente columna está dedicada a dicha jugada. En tal sentido, a continuación se precisa la naturaleza, características, objetivos y pertinencia de la “pegada en llave” o “pegada con la llave”, a saber:

 

La jugada consiste en la colocación que se hace de una ficha, la cual impide al siguiente jugador “cuadrar” al “palo” de salida o ataque. Ejemplo: El salidor salió con el 3/3. El segundo jugador “pasó”. El tercer jugador colocó el 3/1 y el cuarto jugador, quien tiene las siguientes fichas: 1/5, 1/4, 4/0, 0/6, 6/5, 2/2 y 3/5,  coloca el 1/ 5, esto es “pega con la llave”. Impide al salidor “cuadrar” a tres, ya que el 3/5 está en su poder, en poder del mismo tercer jugador.

 

Al proceder así, logra, en principio, dos objetivos:

 

A) Proteger al compañero de un “cuadro” a tres, evitándole así un nuevo “pase”.

B) Proteger el único tres que tiene en la “mano”, el 3/5, que es el único tres que tiene la pareja integrada por el él mismo y el segundo jugador.

 

Ahora bien, la ejecución de dicha jugada, requiere para su buen uso, de ciertas condiciones o requisitos, a saber:

 

1. Que el ejecutante tenga, por lo menos, un elemento adicional del “palo” que castiga.

 

2. Que el ejecutante tenga, por lo menos, dos elementos adicionales del “palo” que inicia.

 

A la luz del ejemplo arriba señalado, las dos condiciones están presentes en la “mano” del cuarto jugador, ya que por una parte, tiene un elemento adicional al uno que castiga, esto es, aparte del 1/5 que colocó, tiene el 1/4, y por la otra, tiene dos elementos adicionales al cinco que inicia, a saber: el 3/5 y el 5/6.

 

La jugada “de la llave” o “con la llave”, nace como una jugada defensiva, y a medida que la “mano” se desarrolla se transforma en una jugada de presión y ataque. Al inicio de la “mano”, en su primer movimiento el cuarto jugador no castiga el “palo” de salida, el “palo” tres, con el único elemento que tiene de dicho “palo”, el 3/5. Se inicia con el “palo” cinco, pero no con el 3/5, sino con el 1/5, con lo cual incomoda al contrario, ya que, por una parte, le impide desarrollar su fuerza en el “palo” tres, y por la otra, le crea una preocupación e incomodidad a futuro con la repetición del  “palo” cinco, el cual, en efecto, más adelante se repite, ya sea con el 6/5 o con el 3/5, creando los efectos antes señalados.

 

Sí la jugada “en llave” o “con la llave” ocurre, y están dadas las dos condiciones o requisitos antes referidas, sus efectos son muy positivos y convenientes. De no ser así, los efectos en la mayoría de los casos son negativos e inconvenientes, además de imprevisibles, ya que el resultado de la entrada en juego del “palo” iniciado “en llave” o “con la llave”, dependerá de la ubicación de las fichas remanentes de dicho “palo”, la cual, de entrada, es desconocida.

 

Sí la jugada “en  llave” no está respaldada por la presencia de las dos condiciones o requisitos antes mencionadas, se crean inconvenientes e incertidumbres importantes en la “mano” del ejecutante y en el desarrollo de la “mano”, a saber:

1.1.- De no tener el ejecutante una ficha adicional (por lo menos) del “palo” que se   castiga, va a crear una debilidad en su “mano”, consecuencia de la creación de una “falla” .

 

1.2.- De no tener el ejecutante dos fichas adicionales (por lo menos) del “palo” que se inicia, va a crear una situación que escapa a su control y/o capacidad de previsión, consecuencia de que va a repetir un “palo” del cual no tiene ningún otro elemento, y que no sabe en poder de quien o quienes, están las fichas faltantes de dicho “palo”.

 

La jugada “en llave” es de gran utilidad, en el entendido que puede y debe ser aplicada, siempre y cuando están presentes las dos condiciones a que se ha hecho referencia.. De no ser así, su utilidad disminuye. A veces incluso desaparece y se convierte en perjuicio. De modo que, su uso y conveniencia dependen, en alto grado, de la presencia de sus dos requisitos de aplicación. Así de sencillo.    

 

 

Por: Ignacio Zaibert